ESCUELA DE ARTE, UN SIGLO DE PETICIONES

Un proyecto ideado por el profesor del instituto Abyla, David Muñoz Arbona, y que ya cuenta con más de 7.000 firmas que se adscriben a esta iniciativa, sigue dando los pasos precisos para que la misma sea una realidad más pronto que tarde, con la creación de la Escuela de Artes Plásticas y Diseño.
Hace más de un siglo, un grupo de vecinos, en enero de 1910, comenzaron los intentos para que se implantara un centro público de Artes y Oficios con características similares a los que existían en la península. Estos ceutíes, presentaron un escrito en el Ayuntamiento solicitando la instalación de la Escuela. En la solicitud manifestaban que la población adulta deseaba tener medios que les facilitaran el poder formarse para desempeñar puestos de trabajo que les garantizaran la subsistencia, para ello necesitaban conocimientos en artes manuales aplicables a las reformas de las mejoras urbanas. Solicitaban estudios de pintura y dramatización oriental, dibujo y delineación para construcción urbana, arquitectura y arte decorativo, mecánica, carpintería, ebanistería y talla, artes de la mujer, etc. y otras artes según el desarrollo de recursos de la Institución.
Sobre aquella solicitud y más detalles tenemos que reproducir lo publicado por la profesora Vicenta Marín en su tesis doctoral, sobre la enseñanza en Ceuta. La Asociación de vecinos proponía al Ayuntamiento que con los fondos municipales se garantizara y se diera solidez a la creación del centro que proponían y lo solicitaran al Gobierno central. Hacían constar en su solicitud que estas fundaciones, de carácter cultural popular, ayudaban a robustecer los poderes de las corporaciones administrativas.
Consideraban que era necesaria esta formación en la ciudad ya que su población reclamaba la creación de un plantel de artesanos y artistas. La petición que se formuló al Ayuntamiento estaba debidamente documentada ya que a la misma acompañaban los planos para la construcción del edificio y solicitaban que la Corporación municipal proporcionara el terreno para esta construcción. Posterior a esta solicitud la única alusión a la implantación del centro fue realizada por la Comisión Quinta del Ayuntamiento en noviembre de 1927.
Esta Comisión reconocía que el elemento artesano de la población, bastante numeroso en esta ciudad, necesitaba urgentemente un centro donde aprender las técnica y conocimientos generales de sus artes y oficios y, aunque en parte esto se iba a solucionar con la creación de la Escuela Elemental de Trabajo, que pronto iba a funcionar, se debía contar también con una Escuela de Artes y Oficios, similar a las de la Península, donde pudieran asistir todas las etnias que vivían en la ciudad y en Marruecos para el aprendizaje de oficios y artes típicas de sus lugares de origen. Lo anterior quedó sólo en una petición y en una demostración de la importancia que hubiera puesto para Ceuta la creación de una Escuela de Artes y Oficios.
Sin embargo, lo único que se hizo desde aquella petición realizada en 1910 fue que en los presupuestos municipales aparecía una pequeña asignación destinada a gratificaciones anuales, libradas por dozavas partes, destinadas a los maestros municipales de las escuelas de Artes, pero no fue implantada de manera oficial.
En Ceuta, ya tuvimos hace varias décadas algo parecido con los estudios en Artes y Oficios estos fueron atendidos privadamente desde 1904 por el Patronato Militar de Enseñanza. Describe que aquellos estudios, en cierto modo, podían equipararse a unos estudios de bachillerato al menos elemental. El objetivo de estos estudios, según su Reglamento, era capacitar a la población para un mejor desarrollo profesional y prepararles para que pudieran crear y promover la instalación de talleres, de pequeñas industrias e instruir a los artesanos hasta expedirles diplomas de oficiales, maestros de industria o de taller, contramaestres, maquinistas y fogoneros.
En el desarrollo de los estudios cooperaban los propietarios de industrias para poder formar a sus trabajadores. Para poder estar matriculado en estos estudios la única condición que se exigía era que se supiera leer y escribir y tuvieran entre 10 y 25 años. Las asignaturas comprendían: Gramática, Caligrafía, Aritmética, Geometría, Dibujo Lineal y Dibujo de Ornamentación, Dibujo de maquina, entre otros.

LA UTOPÍA SE CONVERTIRÁ EN REALIDAD

De las pocas cosas que hay gratis en la vida son lo sueños, y de eso sabe el profesor del instituto Abyla, David Muñoz Arbona. Lo que en principio fue una utopía del profesor junto con sus alumnos, hoy lo vemos mucho más cercano, todos los que de alguna forma apoyamos este sueño de conseguir para la ciudad una Escuela de Artes Plásticas y Diseño.
Las más de 7.000 firmas recogidas y la idea académica, valoradas de manera positiva por las diferentes autoridades locales. La Escuela se encuadraría dentro del ámbito de la comunicación gráfica audiovisual. Ceuta tiene espacio suficiente para acoger esta escuela siendo necesario por tanto recursos materiales y personales para que la escuela fructificara una vez puesta en marcha.
Tanto la delegado del Gobierno como el director provincial y la Consejera de Cultura, han visto según manifestaciones en los medios de comunicación, con buenos ojos el hecho de que la creación de la Escuela de Artes daría empleo a muchos ceutíes, circunstancia que Muñoz Arbona siempre ha valora afirmando que «la demanda sería importante y se trataría sin lugar a dudas de una vía cultural muy interesante para encontrar empleo, un bien que por desgracia escasea en los tiempos actuales».
Cabe destacar también que, en caso de que la Escuela de Artes Plásticas y Diseño se hiciera una realidad, como así desea buena parte de la sociedad civil, «se daría por finalizada una realidad que no se comprende y es el hecho de que Ceuta es la única autonomía en todo el territorio nacional que no dispone de un centro artístico de esta categoría, todo ello pese a que el interés y la demanda porque lo haya es creciente».
El director provincial de Educación, Cecilio Gómez, se reunió recientemente con el profesor David Muñoz. Y le manifestó su interés por defender la causa y presentarla personalmente en Madrid. Las 6.000 firmas conseguidas en algo menos de un mes han sido más que suficientes para que la idea de implantar una Escuela de Artes Plásticas y Diseño en la ciudad autónoma haya calado en las autoridades. Según apuntó Muñoz Arbona, Gómez se mostró “muy receptivo” ante la presentación, y mostró un gran interés en presentar esta idea en la sede madrileña del Ministerio de Educación, incluso se ofreció a llevar la propuesta de cara a la reunión que mantuvo en la capital la semana pasada, si bien trámites de última hora no permitieron que diera tiempo a efectuar esta propuesta.
Además de ahondar con los representantes del Ministerio en las características de una Escuela de Artes Plásticas, Muñoz Arbona perfiló una propuesta consensuada con el director del centro donde imparte clase, el IES Abyla, en la que se planteaba la idea de que este mismo centro sirviera para iniciar la implantación de enseñanzas artísticas contando con el edificio de Bachillerato que durante las tardes está vacío de 16.30 horas a 22.10 horas. Esto evitaría que se tuviera que buscar un nuevo equipamiento en la ciudad, ya de por sí saturada, para dotar de un
espacio físico a la Escuela de Artes. Tal y como les recordó Muñoz Arbona a los representantes ministeriales, en las Escuelas de Artes Plásticas y Diseño, no sólo se puede impartir el Bachillerato Artístico (que ya se imparte en el IES Siete Colinas), sino que también se pueden ofrecer Grados Medios y superiores de Enseñanzas Artísticas, e incluso Grados Universitarios, tal y como ya se está haciendo en comunidades como Andalucía.
Así, el profesor propuso incluso cuáles serían algunas posibilidades de títulos que podrían empezar a impartirse en el curso 2013-2014, según el interés recibido por parte de los jóvenes: Una vez que se inicie el nuevo trimestre, los firmantes en la iniciativa quieren constituirse como plataforma.

MENOS EN CEUTA, EN TODA ESPAÑA

Las Escuelas de Artes Plásticas y Diseño constituyen la mayor red de centros de enseñanza artística. Salvo Ceuta, todas las comunidades autónomas y Melilla cuentan con Escuelas de Artes Plásticas y Diseño que imparten diversos programas de estudio, desde Bachillerato de Artes a Enseñanzas Artísticas de Grado en Diseño. A excepción de Melilla, que pertenece al Ministerio de Educación, las Escuelas dependen de las respectivas consejerías de educación de las administraciones autonómicas. En este año electoral, con las municipales en mayo y unos meses más tarde las nacionales, estaría bien que los partidos políticos llevaran en sus programas esta aspiración de los ceutíes.
Más de 7000 firmas en tres meses y medio (Noviembre de 2013- Febrero de 2013) refrendaron el deseo de los ceutíes de poseer una Escuela de Artes Plásticas y Diseño, o al menos poder tener la misma opción que el resto de los españoles a poder cursar estos estudios. Su promotor el profesor David Muñoz Arbona manifestó: “… Aunque he sido el impulsor de esta de una manera espontánea y sin tener una organización previa, esta demanda ha sido un movimiento ciudadano puro. Este tipo de enseñanzas evitaría mucho abandono escolar, promovería nuevas salidas profesionales para Ceuta y nuevas ilusiones en incentivos formativos para los diferentes estudiantes ceutíes, y de aquellos españoles que deseen venir a cursar estos ciclos formativos en nuestra ciudad. La propuesta de una futura escuela de Artes y la implantación de estos estudios de forma gradual en cualquier IES o edificio acorde a los recursos especiales/didácticos necesarios. Se establecería el título de Técnico Superior de Artes Plásticas y Diseño en nueve títulos perteneciente a dicha familia profesional artística y se aprueban las correspondientes enseñanzas mínimas. Diez son los recientes Grados superiores: Animación; Gráfica Interactiva, Gráfica Impresa, Gráfica interactiva; Gráfica Publicitaria; Fotografía; Ilustración, Cómics; Producto gráfico interactivo y Producto Gráfico impreso”.

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Aquella histórica Casa del Pueblo en Ceuta

LibrosPese a los escasos documentos que tenemos de la Casa del Pueblo en Ceuta, podemos asegurar que en la década de los años veinte del siglo pasado fue cuando se inauguró. La Ceuta de principios del siglo XX vivió una efervescente actividad asociativa. Las Sociedades federadas que iniciaron la andadura en el Centro obrero fueron el PSOE, la Sociedad de Albañiles, la de Carpinteros, la de Panaderos, portuarias, de la Aguja, electricistas… En sus salones se vivían las reivindicaciones de los derechos laborales y políticos, siendo continuos los llamamientos a los trabajadores para su movilización. Fue en este espacio donde tuvieron lugar las asambleas más relevantes del PSOE y de la UGT, así como una ingente cantidad de actividades culturales de todo tipo: teatro, cine, poesía, conciertos, conferencias, recitales, etc. La Casa del Pueblo de Ceuta fue sobre todo un centro de formación en el que se inculcaban los valores de libertad, igualdad, justicia y solidaridad que caracterizan al socialismo democrático. Fueron en toda España auténticas escuelas de práctica democrática. Todos los afiliados y afiliadas tenían los mismos derechos y obligaciones; participaban en pie de igualdad en sus asambleas y congresos y podían acceder en libre competencia a sus cargos directivos. Con mandatos limitados y debiendo rendir cuenta públicamente de su gestión. Estaba totalmente prohibido el juego de azar y la venta de bebidas alcohólicas. Una de las principales distracciones eran la música y el teatro. Siempre se habilitaba un modesto escenario para poder representar sencillas y cortas obras de teatro, dar recitales de poesía o charlas y conferencias sobre diversos aspectos de la cultura en general.

EL EJERCITO TOMA LA CASA DEL PUEBLO

Cuando en la madrugada del 18 de julio de 1936, era asaltada la casa del Pueblo de Ceuta, donde tenían su sede la UGT y el PSOE, en la calle Agustina de Aragón (callejón de Bocarro), no solo se expropió un edificio, se perdió la memoria de esas entidades, sus archivos, militantes, reuniones, fotografías, actas… Y después de casi ocho décadas, nada o muy poco sabemos de ella. Tan solo algunas notas sueltas en algún consejo de guerra y poco más.
Cuando a media tarde del 17 de julio, los dirigentes de la Casa del Pueblo tienen conocimiento de la sublevación comenzada en Melilla, se suceden las reuniones, con el fin de estudiar los sucesos que se estaban desarrollando. Toman dos acuerdos, primero organizar para el día siguiente, 18 de julio, una huelga general, y que una comisión formada por los miembros del Frente Popular, Juan Medina de Aragón, Juan Rivas Cortes y Rafael Jiménez Cazorla, visiten al delegado del Gobierno José Ruiz, para que tome medidas antes los sucesos de Melilla y que reparta armas entre los obreros para defenderse de una posible sublevación en Ceuta.
Pero los acontecimientos se precipitaron, a las once de la noche la ciudad es tomada por las tropas sublevadas y comienza el asalto a la Casa del Pueblo. La Ceuta se convierte en una ciudad llena de miedos y recelos. Desde la misma noche del 17 de julio las fuerzas sublevadas, con la ayuda de patrullas de falangistas, comienzan las detenciones selectivas de los miembros del Centro Obrero.
Las organizaciones sindicales en Ceuta sufrieron una brutal represión. Cuando intentamos reconstruir su historia, nos faltan esos documentos. Pero sobre todo nos faltan personas, con nombres y apellidos, esos nombres que fueron arrojados a la fosa del cementerio ceutí y se llevaron la memoria histórica de estas organizaciones. En la fosa común de Ceuta, se tienen contabilizadas a 156 víctimas, de las 268 que es el total tras la represión.
Desapareciendo todos sus documentos, actas, banderas, cuadros, algunos muebles aparecieron posteriormente en las dependencias de la falange local. Como testimonio vivo de la labor educativa, cultural, social y asistencial que desempeñó este organismo y de sus objetivos fundamentales entre los que se incluyen el cooperativismo, el mutualismo, la formación profesional, la educación y la cultura. Aquella Casa del Pueblo en Ceuta constituyó, sin duda, uno de los espacios de sociabilidad obrera por excelencia, siendo una especie de “Sociedad de sociedades“y, a la vez, lugar de formación del “obrero consciente”, así como receptáculo de buena parte de su actuación sindical y política. Poseían la peculiaridad, además, con respecto a otros ámbitos formales de reunión, los Ateneos libertarios, las Universidades Populares… También compartidos por la clase obrera, de su absoluta especificidad para tal fin exclusivo y el hecho de que, mayoritariamente, fueron creados y regidos por la propia clase que los llegó a ocupar en su día.
La Casa del Pueblo fue mucho más que un edificio de mayor o menor calidad en los que tuvieron lugar determinados acontecimientos relacionados con la historia del movimiento obrero en Ceuta. Durante la segunda república la sede de la calle Agustina de Aragón fue un hervidero de vida sindical y política. Fue donde se establecían las secretarías de los sindicatos adheridos a la UGT, la Agrupación Socialista del PSOE, las Juventudes Socialistas y la Agrupación Femenina Socialista, fundamentalmente, así como un amplio abanico de organizaciones promovidas desde la institución.
Aquel último e histórico 1º de mayo de 1936, se vivió en la Casa del Pueblo de una manera especial, se citaron para el día 29 de abril a todas las sociedades y partidos que tomarían parte en la manifestación. En los amplios salones del centro obrero se ultimó los detalles. Los asistentes según un documento que he tenido acceso fueron: Orquesta Sinfónica, Comité Alianza Obrera, Izquierda República, Unión Republicana, Juventudes Socialista, Comunista y Sindicalista, Federación Universitaria de Estudiantes, UGT, PSOE, Radio Comunista de Ceuta, Agrupación Sindicalista, Sindicato de autobuses de Correos y Telégrafos, Sociedad de chóferes, Agrupación de dependientes, Sociedad de estibadores, Asociación de Magisterio, Sindicato de vendedores del mercado, Asociación de empleados del Estado, Asociación de la prensa y Alianza de labradores.

A todas las asociaciones y partidos, se les entregó la siguiente octavilla: «Al llegar la cabeza de la manifestación al lugar comprendido entre la Farmacia Zurita y el Precio Fijo, (Aquí se instaló un arco de flores y en su parte superior en grandes letras se podía leer UHP. Se hará alto procurando las juventudes de los partidos, resistir la presión de la columna proletaria al objeto de que solamente la presidencia se destaque a entregar las conclusiones al Delegado del Gobierno, mientras la presidencia entrega las conclusiones, los abanderados se abrirán paso entre la multitud para pasar a ocupar un sitio en la tribuna que se haya en la Plaza de la República, la música se colocará al pie de la tribuna, una vez entregada las conclusiones la presidencia pasará a la tribuna y acto seguido se organizará el desfile ante la tribuna y público en general.

DOCTORA CASTILLO EXPULSADA DEL AYUNTAMIENTO POR DAR UNA CONFERENCIA EN LA CASA DEL PUEBLO

Tras el golpe del 36, la doctora ceutí Antonia Castillo Gómez, recibió un escrito del delegado de Orden Público en diciembre de 1938, donde tras recabar información a la falange local se le acusa de dar una conferencia a las mujeres de los obreros. Ella, pese a ser la primera mujer médica en la ciudad y tener un gran prestigio entre los ceutíes, sabe que sus horas como funcionaria están contadas. Aquella charla sobre la maternidad a las mujeres de los afiliados de la Casa del Pueblo, no fue bien vista por las autoridades franquistas.
Ella pese a los informes y presiones continúa en su puesto de trabajo, como funcionaria medica, a pesar de los condicionantes adversos. Está observando desde el mismo inicio de la sublevación que muchos de los compañeros de su marido son detenidos y fusilados. Ella sabe que a todos los funcionarios que hayan tenido alguna vinculación con partidos políticos o sindicatos se les está instruyendo un expediente de depuración.
La doctora Castillo como su marido Luis Abad, profesor del Instituto Hispano-Marroquí y presidente de Izquierda Republicana en Ceuta, frecuentaban la Casa del Pueblo, para participar de los movimientos obreros. Ceuta en la década de los años veinte se abre a todos esos obreros que llegan, son muchos los empresarios y trabajadores que vienen al compás de la apertura de las explotaciones en el Protectorado trazado de carreteras, vías férreas, la construcción de viviendas, las obras portuarias…
Todo ese flujo de peninsulares produjo la demanda de una gran cantidad de mano de obra, y llevó a que comenzaran a afluir a Ceuta los obreros que, por otra parte, no encontraban trabajo en el resto del país, dando lugar a una avalancha de población civil. Estos primeros conflictos sociales en la Ciudad fueron coetáneos de la implantación de los intereses políticos y económicos desarrollados al compás de la ocupación económica y militar, con el inicio del Protectorado en Marruecos, las sociedades de socorro, las corporaciones de ebanistas, albañiles, peones, metalúrgicos, estibadores, cargadores portuarios, cocineros, y con ellas seguro.
En la Casa del Pueblo de Ceuta, se domiciliaron un gran número de sociedades y organizaciones obreras. Sus dependencias eran sencillas pero llenas de máquinas de escribir. En todas, en el interior, despachos y más despachos, una sala de actos que también vale para mítines, una biblioteca. Los obreros tienen así algo que es de ellos mismos, donde además se les enseña a leer y a escribir, pero también se les da a los más avanzados enseñanzas propias. La Casa del Pueblo fue el nexo de unión de los obreros que arribaban a la ciudad.
En mayo de 1931, la Casa del Pueblo organizó un acto en honor de Palo Iglesia, y con ello dar el nombre a una de las calles más céntricas de la Ciudad. El dirigente socialista y presidente del Centro obrero durante la República, Sebastián Ordóñez (sus restos están en la fosa común, tras ser fusilado), dirigió los preparativos junto al presidente del PSOE ceutí Jiménez Cazorla. Los días anteriores tuvieron lugar charlas informativas sobre la figura de Iglesias, con la finalidad de concienciar a todos los trabajadores del carácter reivindicativo de este líder socialista. Este centro formaba parte importante de la sociedad obrera ceutí, también tuvo un importante protagonismo en la multitudinaria manifestación del 1º de Mayo de 1936, donde llegó a reunir a partidos políticos y sindicatos.

CASA SINDICAL

Actualmente, aquella Casa del Pueblo se ha trasformado en el edificio conocido por todos como “Casa Sindical”, donde se reúnen los sindicatos. Recordemos que fue en 1977, cuando la UGT de Ceuta sale a la calle. Cuarenta años tuvieron que transcurrir para poder celebrar aquel 1º de Mayo en libertad. Recordemos a sus secretarios generales como Francisco Muro, Alejandro Bodas, Soledad Ruiz, Alejandro Curiel, y el actual regidor de la organización Antonio Gil. Aquel año fue rico en acontecimientos para el mundo sindical. Las principales centrales actuaban abiertamente y el Gobierno hacía la vista gorda, mientras en el Parlamento se discutía un Decreto-Ley de Relaciones Sindicales, que se aprueba el 30 de marzo, y que reconocía la libertad de asociación sindical. El 28 de abril se legalizan los sindicatos UGT, CC.OO. y USO. No sería, sin embargo, hasta que Nicolás Redondo, encabezando una delegación sindical española, ocupara en la LXII Conferencia Internacional de la OIT el lugar que cuatro décadas antes había pertenecido a Francisco Largo Caballero que los Sindicatos quedaron “de facto” legalizados en España. En enero del 77 se presenta en Madrid, en el cine Capri, el sector “histórico” de UGT.
Como la historia de UGT sigue un curso paralelo con la del Partido Socialista Obrero Español, no es de extrañar que, a raíz del Congreso del Partido que se celebró en Toulouse en 1972, en el que vencieron los “socialistas del interior”, y al desgajarse el PSOE en dos sectores (el “renovado”, dirigido por Felipe González, y el “histórico” dirigido por Rodolfo Llópis), su brazo sindical corriera la misma suerte. Recordemos que fue un 12 de agosto de 1888, cuando veintiséis hombres tomaban asiento en el salón del círculo socialista de Barcelona, para iniciar el primer congreso nacional obrero, estos 26 delegados, representaban a 44 sociedades de todo el país y a un total de 4.668 afiliados.

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EL CEUTÍ CRISTÓBAL SERRÁN EN LA PRIMERA TRAVESÍA DE “ELCANO”

En la primera travesía del “Juan Sebastián Elcano” (1928-29), estuvo el ceutí Cristóbal Serrán Ortiz, fue la aventura de su vida, alrededor del mundo. Durante todo ese tiempo fue anotando todos los detalles en un Diario. Su contenido, escrito con un estilo sencillo y ameno, describe la vida dentro del barco, y acontecimientos más importantes que tienen lugar a su llegada a los puertos, aportando datos de gran interés sobre las culturas de los diferentes países que visita el buque-escuela.

Falleció el 25 de febrero de 1982, su hijo el antropólogo y pintor Ginés Serrán-Pagan, cuenta como fue el hallazgo del diario: “… Mi madre encontró el diario en la mesa de su estudio junto a conchas, fósiles y cosas del mar que él coleccionaba, y consciente de su importancia histórica, nos lo legó para que lo conserváramos. Aunque conocíamos muy bien los álbumes de fotos del viaje no sabíamos de la existencia del Diario”.
En el año 2004, vio la luz el Diario en forma de libro, con un formato cómodo de leer y plagado de fotografías, mapas, apuntes… Toda una joya para conservar y releer, su hijo Ginés Serrán-Pagan, ha sido el artífice de este logro.
En la introducción del libro Ginés escribió: “Durante la primera vuelta al mundo que dio el buque-escuela, mi padre lo anotaba todo como si fuera un etnógrafo. Se ganó la confianza de sus oficiales. Su espíritu alegre se mezclaba con su gran sentido de la responsabilidad y de la honradez que había aprendido de su padre. Sin haber podido completar sus estudios, en las horas libres que tenía en el barco, se auto-educaba él mismo, copiaba artículos de los periódicos para mejorar su escritura, resolvía problemas de matemáticas… leía las anotaciones que hacían los oficiales de guardia en el Libro de Bitácora, apuntaba las singladuras, y hacia fotos, cientos de fotos. A veces, las hacia desde puntos inverisímiles del buque, consiguiendo, con su pequeña máquina Kodak, de forma consistente, como se demuestra en las fotos que se reproducen en el libro, un lenguaje fotográfico donde un fragmento del buque aparecía siempre en la imagen, como si sirviera de testigo en ese instante donde se cruzan el espacio y el tiempo”.
Cristóbal Serrán, dejó escritas en su diario unas sabias palabras… “ Quiero decirle a las aguas del mar Índico, Pacífico y a todas las aguas saladas y dulces de los mares y los ríos, que este joven y elegante buque y sus hombres que lo dirigen, con pacíficos estudiantes que llevan solo mensajes de paz a todos los hombres de la Tierra. Aprovecho los días buenos de calma, en los ratos que no hay nada que hacer, para escribir en mi diario estos recuerdos y emociones, para no olvidarlos nunca si me falla la memoria. Pongo las fotos tomadas en mi álbum y apunto las singladuras en un mapamundi. Cada día hago un trazo de lo andado y le pongo un punto negro y los domingos los señalo poniendo el punto en tinta roja. No quiero perder detalles, porque este viaje es muy difícil de que se repita en la vida. Tomo notas que no sabría entender si no fuera por el Libro de Bitácora que tiene mi jefe en su despacho, y que me autoriza ver siempre que hay tiempo libre”.
A su vuelta, el 30 de mayo de 1929, dejó escrito como una reflexión en voz alta… “Acabo de llegar con el “Juan Sebastián Elcano” al puerto de Cádiz procedente de Nueva York. Aquí ha terminado la primera vuelta al mundo de este maravilloso buque-escuela. Escribo mientras viajo de Cádiz a Algeciras, para encontrarme con mi familia en Ceuta. Como diría el autor Ramón de Campoamor: “¡Quién supiera escribir…! para poder expresar lo que mis ojos han visto: Islas de Cabo Verde, Montevideo, Buenos Aires, Ciudad del Cabo, Australia, Fiji, San Francisco, Panamá, Cuba, Nueva York… Cómo voy a explicar a mis familiares y amigos lo que he vivido; cómo van a comprender todo ese mundo tan diferente: los rascacielos de Nueva York, el abrazo emotivo de los sudamericanos que no nos dejaban salir del puerto, la danza del amor de las mujeres exóticas del pacifico, los ciclones, los caníbales de las islas Fiji, los días sin fin en el mar… No olvidaré el resto de mi vida esta experiencia. Sé que el recuerdo de mi viaje en esta primera vuelta al mundo en el “Juan Sebastián Elcano” me acompañará siempre”.

SU ESTUDIO DE ARTE EN CEUTA
Como prometió a su familia, volvió a Ceuta, a pesar de las ocasiones que tuvo de quedarse en Sydney, San Francisco o Nueva York, desistió de estas oportunidades para regresar con los suyos. Su amigo Marcelo García, a quien conoció en San Francisco, le pidió muchas veces que trabajara con el en California, pero él decía que no cambiaba por nada el amor que tenía a su familia. En 1940, se casó con Doña Encarnación Pagán Díaz, una mujer que adoró el resto de su vida – como dejó escrito su hijo Ginés-, tuvieron siete hijos. Aun sin él mismo saberlo, el destino le tenía reservado otras vivencias que no pudo ofrecerle durante su juventud ni en la época que tenía que hacerse cargo de su familia. Los últimos quince años los dedicó al arte. Y en una oficina que tenía de representaciones comerciales –calle Millán Astray- construyó un “atelier”, un estudio de arte, donde hacia esculturas con conchas del mar. Allí pasaba horas y horas perdido en la creación de sus obras. Cuenta su hijo Ginés Serrán-Pagán que todas las semanas le escribía a su casa de Nueva York. En una de sus cartas le decía: “Trabajo diez y doce horas diarias y no siento el cansancio, sino todo lo contrario, quisiera que los días fueran mas largos…”. Creó cientos de escultura hechas con conchas, corales, peces disecados y fósiles. Intentó su propio pegamento y creaba sus utensilios. Coleccionaba conchas de diferentes países del mundo. Su pasión siguió siendo el mar. Falleció en febrero de 1982. Antes de dejarnos se le veía caminar por la playa casi todas las mañanas solo. Allí se iba, a la orilla, a oír el golpe brusco de las olas con las piedras. “Terminaba así su vida, hablando con el silencio del mar”, dejó escrito su hijo Ginés en el libro “La Memoria del viento”.

EL DIARIO DE CRISTÓBAL SERRÁN TRANSFORMADO EN LIBRO

Gracias al tesón y laboriosidad del hijo de Cristóbal, el antropólogo, pintor y escultor, Ginés Serrán-Pagán el diario se transformó en libro, “La Memoria del Viento: La apasionante primera vuelta al mundo (1928-1929) del buque escuela Juan Sebastián de Elcano”. Fue presentado en el 2004. En el camino tuvo que ordenar y clasificar cientos de fotos, consultar hemerotecas en el extranjero, viajar a algunos de los países que visitó el Elcano y localizar la bitácora. Incluso conoció en Matanzas (Cuba) a su prima Finita, uno de los personajes mencionados y fotografiados por Cristóbal medio siglo antes.
A los pocos meses de su salida a las librerías se agotó, pero Ediciones del Viento (Galicia /Madrid) lo está reeditando y saldrá a la calle en los próximos meses con una edición especial con vistas a que se convierta en un clásico de los libros de viajes.
Tras su publicación han sido numerosas las reseñas en revistas especializas como la del general Cervera en la Revista de la Marina, una carta cariñosa del Rey, Juan Carlos o destacar en la prensa nacional el dominical de El Mundo que le dedicó un extenso reportaje en julio del 2005: “Aquella tripulación de 237 hombres que zarpó en 1928 vivió todo tipo de aventuras. El barco estuvo a punto de naufragar por un ciclón en aguas del Pacífico, pero los marineros —32 desertaron tuvieron tiempo de divertirse descubriendo nativas de pechos desnudos, presenciando carreras de avestruces o participando en peligrosas cacerías de cocodrilos. Todo ello ha sido llevado a un libro gracias al diario y las imágenes que tomó un marinero llamado Cristóbal Serrán.
Era 1928. Entonces Cristóbal no tenía más que 21 años y una prodigiosa oportunidad de conocer mundo a bordo del recién nacido Juan Sebastián de Elcano. Más de 300 días (303, exactamente, 168 de ellos de navegación) y 30.000 millas después Cristóbal y sus compañeros de viaje habían visto carreras de avestruces y rascacielos, habían conocido tribus caníbales, habían sobrevivido a un ciclón en el Pacífico que partió el palo mayor de popa —la peor tempestad en la zona en 20 años, habían probado bocados impensables como la carne de tortuga, habían descubierto los encantos de la danza del amor en la Polinesia y disfrutado de la hospitalidad cubana en La Habana. Convencido de que aquello le iba a acompañar toda la vida, Cristóbal sacó cientos de fotografías con su pequeña cámara Kodak de fuelle. Cada vez que el Elcano tocaba puerto, se dedicaba a buscar postales. Entre una cosa y otra llegó a hacerse con más de 500 valiosas imágenes. Y en las singladuras de calma chicha iba anotando con detalle cada vivencia, cada suceso, cada sensación.
No se equivocaba Cristóbal; aquello le acompañó toda su vida. «Todos los domingos por la mañana nos arremolinábamos alrededor de su cama y le preguntábamos cómo eran los canguros de Australia o le pedíamos que nos volviese a contar cómo superaron el ciclón en el Océano Pacífico», recuerda Ginés Serrán-Pagán, uno de sus siete hijos. «Allí abría aquellos álbumes de hojas negras en los que había pegado todas esas fotos tan pequeñas con clara de huevo o con agua y harina, nos enseñaba la riqueza de un grupo de vendedores ambulantes en las islas Fiji o una nativa con los pechos desnudos o la vida del Barrio Chino de San Francisco. Se deleitaba y nosotros soñábamos. Para él era la única posibilidad de relatar esa maravillosa experiencia».

VISITAS DE “ELCANO” EN 1945 Y 1953

Con esta visita del buque-escuela “Juan Sebastián Elcano”, han sido tres las veces las que ha cruzado el Estrecho para echar el ancla en Ceuta, las dos anteriores fueron un 11 de junio de 1941 y el 29 de septiembre de 1953. La primera visita estuvo rodeada de toda la parafernalia del final de la guerra civil, aprovechando en sus discursos el momento de posguerra. Su primera visita fue al santuario de Nuestra Señora de África donde se cantó a su finalización la salve marinera, a continuación se desplazaron al Protectora y visitaron el acuartelamiento legionario de dar Riffien. Esta visita tuvo un serio rival ya que cuatro días más tarde el domingo día 15 jugaba el Club de Futbol Barcelona en Ceuta, contra la Sociedad Deportiva Ceuta, en el Estadio municipal, todavía no había recibido el nombre de Alfonso Murube. Para la segunda visita los ceutíes tuvieron que esperar doce años, el buque procedía de Punta Delgada en Isla de San Miguel, en el Archipiélago de las Azores, a primera hora de la madrugada fondeó en la bocana del puerto, unas horas y después tras amanecer paso a ocupar el espacio desalojado momentos antes por un vapor en el muelle España. Permaneció hasta el 2 de octubre. Durante su estancia fueron varios los actos, nueva visita a entre ellos una vista a Riffien, la visita al acuartelamiento de Regulares de Tetuán Nº 1. Visita al salón del trono del Ayuntamiento y por la tarde un baile en la Hípica. En el local de la sociedad deportiva Unión África Ceutí nuevo baila actuando la banda de música del barco.

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